¿Para qué sirve el escritorio remoto de Windows?

Probablemente, la mayoría de las personas que tienen contacto directo con ordenadores y diferentes tipos de dispositivos digitales, se han visto alguna vez en la situación de tener que acceder a archivos o programas de trabajo ubicados en un terminal diferente. Un ordenador al que no se tiene acceso (se necesitaría presencia física y datos de identificación), y que por tanto no se puede utilizar de forma rápida y sencilla para solventar cualquier tipo de circunstancia.

Un problema que durante años ha afectado a trabajadores de todas las partes del mundo, pero que gracias a los últimos avances tecnológicos conseguidos por el gigante Microsoft se ha solucionado a través de la creación del escritorio remoto de Windows 10. Una utilidad nunca antes vista, desde la cual los usuarios pueden acceder a otros ordenadores o terminales para trabajar y obtener todo tipo de datos, sin necesidad de estar delante físicamente en ningún momento.

Un gran adelanto, que sin embargo todavía es desconocido por multitud de personas, que tras leer las siguientes líneas seguro se preguntaran como activar un escritorio remoto para windows 10 home. Tanto para acceder a archivos o programas ubicados en otro ordenador, como para ayudar a amigos y familiares que no son capaces de solucionar los problemas surgidos en su propio ordenador.

Una alternativa de escritorioremoto distinta a las existentes en el mercado como VNC, Team Viewer o Join.me, que durante tantos años ha servido a los usuarios para conectarse de forma remota a otros dispositivos digitales. Esta viene integrada dentro del propio Windows 10, por lo que tan solo hay que activar la opción ‘escritorio remoto’ y configurarla posteriormente a través de los sencillos pasos que se detallan a continuación.

¿Cómo se activa el escritorio remoto en Windows 10?

Como ya se ha comentado anteriormente, la versión de escritorio remoto de Windows 10 ha aparecido en el mercado como una alternativa más sencilla y rápida que sus antecesoras VNC, Team Viewer o Join.me, ya que por ejemplo no hay que realizar ningún tipo de instalación previa.

Todo es mucho más sencillo, y se reduce a la acción de permitir el acceso desde el ordenador al que uno se quiere conectar remotamente, para lo que será necesario abrir el explorador de archivos y pinchar con el botón derecho sobre el apartado ‘Este equipo’ (posteriormente seleccionar la opción de ‘Propiedades’).

Tras realizar los pasos anteriores, el usuario comprobará cómo se abre una nueva ventana en la que habrá que clicar sobre la opción ‘Configuración avanzada del sistema’, la cual dará lugar a una nueva ventana que contendrá la pestaña ‘Acceso remoto’. Una vez alcanzado este apartado, el usuario tiene que activar la opción de ‘Permitir las conexiones remotas a este equipo’ y desmarcar la opción de ‘Permitir solo las conexiones desde equipos que ejecuten Escritorio remoto con Autenticación a nivel de red’.

Cuando se hayan completado todos los pasos anteriores, el usuario debe obtener la dirección IP del ordenador al que se quiere conectar remotamente, para lo cual debe teclear los comandos ‘Windows + R’ y escribir la palabra ‘cmd’ en el apartado de búsqueda de ‘Ejecutar’. Tras estas dos acciones, el ordenador mostrará una ventana de terminal de Windows en la que será necesario escribir ‘ipconfig’ y presionar ‘Enter’ para acceder a la información sobre la dirección IP del terminal. Aparecerá un amplio listado con muchos datos e información, pero tan solo será necesario apuntar la IPv4 y la dirección IP por defecto.

Estas serán utilizadas más tarde a través del PC en cuestión (el que se utilizará para acceder a otros ordenadores), que el usuario también tiene que configurar para establecer la opción de escritorio remoto. En este caso la configuración es mucho más sencilla, y el usuario solo tiene que escribir ‘Conexión a Escritorio Remoto’ (en el apartado de búsqueda que incorpora Windows 10) para acceder al programa que permite escribir la dirección IP del ordenador al que quiere conectarse de forma remota.

Llegados a este punto, el programa en cuestión solicitará un nombre de usuario y una contraseña que serán guardados por el sistema para posteriores conexiones al ordenador de forma remota.