Renfield: asistente de vampiro regresa al ruedo a Nicolas Cage
Lo llamativo con Renfield: asistente de vampiro, dirigida por Chris McKay —LEGO Batman (2017) y La guerra del mañana (2021)—, no es que se trate de una sátira contemporánea sobre la figura del legendario Conde Drácula, de esas hay muchas y muy variadas —Vampira (1974) y Vampire in Brooklyn (1995)—; sino que en este caso lo haga desde la mirada de quien siempre se ha presentado como su fiel sirviente, y además abordando el vínculo que existe entre ambos a partir de lo que representa una relación tóxica.
Claro, entre los grandes atractivos están las secuencias de acción afanadas en presentar perspectivas casi imposibles y la contraposición de cámara lenta con escenas trepidantes, mientras las vísceras y la sangre inundan la pantalla, y juegan con las convenciones del concepto de los chupasangres enfatizando su lado escatológico, dígase el mecanismo a través del cual detona sus habilidades extraordinarias el protagonista interpretado por Nicholas Hoult —El menú (2022)—. La misma funcionalidad tienen las consabidas referencias homenaje a la tradición de los monstruos clásicos de Universal, que van del uso de la fuente en los títulos a algunos detalles musicales.
Sin embargo, por encima de todo lo anterior, son los paralelismos con una especie de terapia, los que la hacen un tanto diferente otorgándole frescura y una irreverencia muy acorde a nuestros tiempos. Y es que son precisamente las secuencias con los grupos de autoayuda las que dan pie a los mejores chistes dentro de una comedia que desafortunadamente contrario a la cuestión visual, nunca se compromete con sus posibilidades subversivas que van incluso sobre las cuestiones laborales, optando por quedarse en la frivolidad.
Eso si, destaca Nicolas Cage —Adiós a las Vegas (1995) y El peso del talento (2022)—, quien vuelve a demostrar que ya es un especialista en autoparodiarse. Contando con la chispa natural de la actriz Awkwafina —Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos (2021)—, apostará porque la coprotagonista y eventual interés romántico no obedezca a los modelos de belleza estandarizados.
Drácula: asistente de vampiro es un simpático producto de comedia de horror con buenas dosis de violencia y uno que otro apunte interesante, muy satisfactoria si de lo que se trata es de pasar el rato. Se estrena hoy.
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